lunes, 27 de diciembre de 2010

Feliz no cumpleaños.

-¿A mi?
-¡A tú!


-¿Para mi?
-¡Para tú!



-Lindo, lindo parpadean las estrellas en el cielo. Y ahora mismo están volando, con alitas de murciélago.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Tiene usted un mensaje.


A mi misma, aunque debería haberlo pensado hace unos meses.


-¿Puedo tutearte?


-Claro, estoy hablando conmigo misma. 


-Bien. El amor no es una mierda, no. Es una puta mierda, que es algo diferente. 
Pero es indispensable. 
Dime, ¿Cuantas veces te has mordido la lengua? ¿Cuantas veces lloraste por él? 
Si, vale, no contestes. Lo sé. 
Pues ahora te vas a levantar de esa cama, y te quiero ver bien arriba, muy arriba. 
Y que juegues sus mismas cartas. Sé inteligente, y no dejes que te engañen más, por favor. 
Trata como quieres que te traten, y devuelve tus favores. Y las putadas también. 
Disfruta del amor, ríete, llora, de alegría. Abraza, bésale, encapríchate, cuéntale tus cosas, haz de eso algo grande, ya llegará lo que tendrá que llegar. 
Haz de todo, pero por favor, bajo ningún concepto; te enamores.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Mirarte a los ojos y ver que te importo.

No pido que cuelgues un columpio de la Luna para que pueda contemplar las estrellas. No pido que me lleves al rincón más mágico de este planeta. Tan solo quiero que cojas el teléfono, que me llames sin que lo espere. Que me digas que me quieres sin que lo haya dicho antes. Que me acaricies sin que yo tenga que poner tu mano sobre mi cara. Que me vengas a buscar una tarde de otoño. Que me lleves a ver una puesta de Sol. Que me abrigues. Que me hagas olvidar que hay más personas que nosotros dos. Que deshagas todos tus segundos y que me los regales...

jueves, 23 de diciembre de 2010

Is This Love...?

Necesitaba calor. Cariño. Un abrazo.
Te necesitaba a mi lado cuando nadie más lo hacía.
Todo era difícil menos cuando hablaba contigo.
Parecía que no existiera nada más que tú, yo y nuestras teclas.
Y aquella noche... aquella noche mi tiempo se paró para pasar aún más lento.
Y mi corazón se encerró hasta que tu volvieras...


...Ahora está muerto. Muerto. Muerto en vida.
Una vida que se niega a vivir sin ti. Porque
no sabe.
Una vida que se dio de bruces contra el mundo porque su guía se marchó antes de acabar el curso de protección contra el amor y otras chorradas.

martes, 21 de diciembre de 2010

Un ocho.

Qué bueno tener la oportunidad de escribirte algo, de saber que alguna vez exististe en mi vida. No de la manera que tal vez quisiera pero desgraciadamente nos conocimos tarde. Igual siento una felicidad inmensa de saber que he podido compartir contigo muchas cosas.
Deseo que hoy día estés bien, ya que para mi ya no es posible. Que lo pases bien al lado de todas las personas que te quieren. Yo querría estar contigo, ahí, pero por suerte o por desgracia no se puede; créeme que te mereces lo mejor, hoy día y todos los demás.
Nunca quise que nos llegara un adiós. Te conocí y desde entonces no me imaginaba no tenerte en mi vida en ningún sentido. Hoy por hoy sólo doy gracias, por haber llegado hasta ti. Por permitirme conocerte, por colocarme en tu vida. Y a ti en la mía. Créeme que dije siempre caminaría a tu lado hasta que me lo permitieras. A mi modo, pero lo haría. Para así poder cuidarte. Sólo quería darte seguridad, darte lo que nunca en tu vida hubieras tenido.
¿Sabes? Muchas veces han sido las que he soñado contigo, y he pasado noches en vela pensando en que momento sucedió todo esto, Desearía mirar tus ojos en este momento, mientras lees estas líneas. Si las leyeras, y si eso fuera posible. O si, en cualquier caso, arreglara las cosas.
Verme en tus ojos y saber qué piensas, qué sientes. Qué pensabas, qué sentías.
Cuando estoy sola te dibujo en una silueta en el aire e intento hacerla real, para así tenerte y abrazarme fuerte a ti y no soltarme. Para que nunca te hubieras ido.


¿Sabes? En mi vida sólo le he escrito cartas a dos personas. Hoy me acuerdo de las ganas que sentía las de hacerlo contigo. Porque llegaste a mi vida y ya marcaste diferencia. Pero hoy tengo una necesidad inmensa de sacar de alguna forma lo que pasa por mi mente, mi cuerpo y corazón en estos momentos por ti. Y todo lo que pasaba hace relativamente poco. No han habido muchos cambios, pero en ti...
No he podido darle nombre aún, pero sé que sentía algo muy grande y especial por ti.
Aún si algún día definitivamente no pudiera estar contigo de algún modo, te daría las gracias por recordarme que tengo muchas cosas para dar por alguien. Pero ya... ya no sé, agoté tantas contigo...

¿Sabes? Quisiera decirte tantas cosas, que has traído a mi vida. Aunque siempre todas las veces caigo en la misma realidad de que quizás nunca podremos estar como quisiéramos, o como yo quisiera. Porque nada es igual que antes, y, quizá, ya nada vuelva a ser como antes.
Sin embargo, aún, y siempre lucharé, día a día por ser alguien en tus sueños.
Convertirme algún día en tu alma, tu espíritu y tu esencia,  que te des cuenta de que me dejaste atrás y me hiciste tanto daño... que no es que no debieras hacerlo, pero... éramos amigos, ¿no? Yo al menos te quería... y ahora... Ahora te quiero demasiado.


Muchas veces me detengo, en mi mundo, en mis cosas. Y pienso en aquel sueño que tuve contigo, en el cual estaba junto a ti, físicamente y mi corazón parecía que flotaba en el aire y se iba por las nubes de Madrid. Venías a por mi.

Me arrancaste tantas sonrisas, más de un te quiero que nunca dije con tales palabras. Y aún así, hoy,  te lo vuelvo a decir en esta carta, que te quiero. 
Y que desde hoy pediré a cada estrella en el cielo que te vaya bien en todo sentido. Y nunca me bastará, nunca me bastó, nunca me bastaría con tus palabras. Porque mi corazón siempre desearía seguir conociendo el tuyo, y entrar fuerte, hasta más no poder.
Y que ese día vieras en mí a alguien súper importante y necesario en tu vida…
Pero ya no estás para hacerlo.

Nunca pensé que te fueras a meter en mí así como lo estuviste. Y que me devolvieras un pedacito de felicidad, desde que te conozco mi mundo cambió. Para mí nada era igual.
Tus ojos inocentes dentro de ese cuerpo de joven hombre, simplemente me fascinaba. Hipnotizaste mi vida, y tus manos trajeron a mí ese sentimiento de lo que es querer.
En los pocos momentos que te he sentido junto a mí, recuerdo olvidarme de todo. Sólo pedía cariño, y así me tendrías de cualquier forma en tu vida.
Te regalaba todo lo que tenía mientras podía, y lo hacía sin pedirte nada a cambio. Sólo que me siguieras tratando con ese mismo cariño con que me tratabas.
Eres una persona que a lo largo del tiempo he pude conocer, admirar, confiar pero sobretodo, pude querer.

Es tan complicado todo esto que nos ha pasado, pues ya tenias tu vida medianamente organizada. Y yo, sin embargo, sólo comenzaba a desembalar mi sentimientos para reconstruirlos. Pero mi corazón cuando se trataba de ti, me pedía más y más. Que te siguiera conociendo, que siguiera viviendo contigo todas esas cosas que nos hacía sonreír...
Qué vamos a hacer, me da miedo, pero a la vez siento la necesidad de seguir queriéndote, creyendo en que un día exististe, en .
¿Sabes? Tengo, tenía mucho para ofrecerte pero a la vez tan poco... Sólo quiero que ambos, a ser posible,  tengamos siempre presente, que no podemos dejar las cosas así, como se dejaron. Tú sabes que tengo a una y mil cosas que decirte, que yo también sé despotricar. Y también que yo también necesitaba algo más, aunque fuera por otro camino. Y eso siempre ocupará su lugar. No lo tomes a mal, sólo que siempre me gustó poder ser sincera y más contigo, mostrarme tal y como soy. Y eso siempre me lo brindaste. Porque de mí siempre sólo tendrás la verdad, la verdad de lo que siento.
Además, sé que tú, en algún recoveco de tu vida, por pequeño que sea, también echas de menos algo de lo que hacíamos, cualquier cosa: hablar, reír, colgar llamadas, mandar mensajes, contar chistes, poner la cam, compartir fotos, contar con el apoyo del otro, y sobretodo, saber que nos teníamos el uno al otro para cualquier cosa.
Vale, no tenemos ninguna razón lo suficientemente válida para ti como para seguir juntos de esa manera, pero... ¿Acaso no es suficiente lo que he sufrido ya en este mes?


Pese a todo esto, siempre quise que me recordaras con una sonrisa en tus labios, que me tuvieras presente todo el tiempo, de que vales muchísimo como persona.
Sólo quise vivir contigo cosas bonitas, por decirlo de alguna manera.
Hoy por hoy eres un sueño que quise que durase muchísimo tiempo. Fuiste un sueño del que no quería despertar, porque el día que abriese los ojos y viese que se terminó simplemente no querría levantarme.
Y de hecho, es lo que ha pasado... al parecer, me está costando muchísimo levantar cabeza.

No quiero imaginarme un futuro a tu lado, no quiero salirme de la realidad, sólo quiero disfrutar lo que cada día traiga, sin afanes ni apuros, porque eso me gustaba de ti, que todo iba pasando así, sin presiones, todo llegaba por sí sólo…
Sólo me quedaba decirte, “gracias”, gracias por estar en mi vida, por darme tantas cosas bonitas, por dejarme entrar.
Y es que luché cada día por tocar fondo, y rozar tu corazón para irme metiendo poco a poco en él. Y no vale, quizá nunca llegué a conseguirlo, pero gracias por hacerme participe de tus pensamientos y de tus momentos.Gracias por tu honestidad, por hablarme con sinceridad, con ese cariño que sólo tú sabías darme…
Te quería de verdad, y seguramente lo siga haciendo por un tiempo. Y créeme que estas son las palabras más sinceras que algún día has podido escuchar o leer. Y quizá las últimas si no vuelves, porque sincerarme de esta manera me duele, me duelede verdad.
Quiero terminar diciéndote que te quiero, que cada noche antes de quedarme dormida, te imagino quedándote dormido y me dan ganas de tocarte, de tocar ese fantasma que se formaba con tu imagen en mi menta. Eentonces siempre con mi imaginación dejo que un rayo de luna te acaricie el rostro y que esa misma luna venga a decirme que estas bien. Ya que tú ya no lo haces.
Tengo tantas ganas de verte, y sentarme contigo a hablar, a admirarte, consentirte como pensaba que merecías. Y quizá poder saldar todas las deudas.
Yo sé que pasaría una eternidad disfrutando cada momento. Todo aquel segundo en tu compañía fue lo que siempre soñé, y al final nunca tuve. Tenía tanto para darte, y recibirías tanto de mí que me duele recordarlo.
A la medida que me sea permitida, te seguiré recordando con el mismo cariño de siempre, pese a esa pequeña espina que no se va. Que pasa el tiempo y sigue fiel a su dueño, no se mueve, no se inmuta.


Nunca digas adiós, porque decir adiós significa irse lejos.
E irse lejos significa olvidar.



lunes, 20 de diciembre de 2010

Solo porque no te hable no quiere decir que no te extrañe... Por ahora, solo espero que empieces a echarme en falta.

Y pensar que han pasado tres semanas y yo sigo sufriendo. intentando volver a mi vida sin tenerte por aquí.
Y pese a que por fin puedo analizar toda aquella rebelión de sentimientos que me inundaban, que florecían día tras día, minuto a minuto que pasaba en tu compañía, todo aquello parece haberse evaporado.
Y me sigo preguntando por qué el tiempo pasa tan rápido, por qué no se para y me escucha hablar. Por qué no se para y espera, mientras escucha mis lentos latidos, pesados, casi inaudibles desde que te fuiste.
Me preguntan cómo me siento, si voy mejor, o si te he olvidado. Mientras otros me siguen preguntado por mi "novio virtual" mientras arquean las cejas, mientras pienso, una vez más de tantas que yo nunca he mencionado la palabra novio...
Y sin contestar, me limito o bajar la mirada. Me acuerdo de lo especial que me sentía al ver lo que me transmitías, lo que me hacías sentir a diario... Pero solo se quedan en eso, pensamientos que jamás volverán a tomar voz propia, porque supongo que ya es tarde.
Intento convencerme de que estoy bien, de que ya no hay ningún vacío que me abduzca, que ya me olvidé de que una vez exististe en mi vida. Pero sólo consigo mentirme, y, cómo el resto de las veces, hacerme más daño a mi misma.
Y lo que más me duele, con diferencia, es que siempre te defendí. A ti y a nuestra extraña relación, pensando que eras diferente. Y ahora, preguntándome tantas veces por qué, he caído en la cuenta de que los hombres, sea a los seis años, a los quince, a los veinticuatro, o de cuarenta para arriba, están diseñados para hacernos sufrir, uno tras otro.
Y aún así, no podemos vivir sin ellos.
Y aún así, no sabemos vivir sin ellos.
Por eso, porque no puedo vivir sin ti, y porque a la vez de cuando en cuando me daban impulsos para mandarte a la mismísima... LEJOS. Hoy declaro que tengo debilidades, demasiadas. Y me declaro culpable. Culpable de seguir escribiéndote, de no olvidarte, ni saber si quiero o no. Culpable de no dejar de pensar en ti pese a dolerme, de quererte más que a nadie pese al daño que me hiciste.
Puede que sea mi manera de pensar, y que al fin y al cabo no todos sean iguales, pero mis esperanzas se han acabado. Y pese a eso, mis máscaras están todas gastadas. No quiero volver a llorar, ni a fingir una sonrisa, solo expresar tal y cómo te siento a través de mi propia alma, aún mutilada.
Puede también que yo exija mucho, que no sea suficiente lo que demuestran, que no lo hagan demasiado notable o que yo no me de cuenta de todo lo que hacen por mi. Pero lo único que veo hasta ahora son lágrimas. Noches en vela rodeada de pañuelos, tumbada en una cama que tantas veces me ha visto llorar, me ha visto sonreír o revolcarme de la risa. Ha sufrido conmigo, y ahora, como una madre silenciosa me arrebuja y me proteje del dolor. Me hace soñar, sutil y extrañamente, que un día exististe, pero que seguías por aquí, y estabas a mi lado.

Curiosa y extraña noche de diciembre.
Cerca de empezar la Navidad, no será lo mismo si no estás.


Te echo de menos.

sábado, 18 de diciembre de 2010

El primer beso no es el más difícil, sino el útlimo...

Besos inalcanzables, besos increíbles, besos imposibles.
Besos de princesa, besos de fresa, besos de chocolate.
Besos de ensueño, besos con cariño, besos con pasión.
Besos con fuerza, besos desesperados. Besos cortos, besos largos.
Besos que duran, besos que se anhelan.
Besos silenciosos, besos robados, besos anunciados.
Besos con previo aviso, besos sin él.
Besos que se piden, besos que se sueñan, besos que se dan sin importancia.
Besos oscuros, besos nocturnos, besos de buenos días.
Besos sorprendentes, besos que impresionan, besos que enamoran.
Besos cómicos, besos que desenamoran.
Besos de despedida, besos de la primera vez. Besos agridulces, besos emotivos.
Besos especiales, besos cómplices, besos desconocidos, besos ordinarios.
Besos recordados, besos para recordar, besos de recuerdo.
Besos olvidados, besos de olvido.
Besos encontradizos, besos perdidos, besos extraviados, besos prestados.
Besos tímidos, besos extrovertidos.
Besos asqueados, besos inoportunos, besos entregados.
Besos voladores, besos lanzados, besos recogidos.
Besos del revés, besos del derecho, besos retorcidos.
Besos espontáneos, besos ensayados, besos preparados.
Besos que callan y lo dicen todo.
Besos sin dueño, besos de ÉL, besos de una posible ELLA.
Besos de reencuentro, besos de bienvenida, besos de nunca te dejaré marchar.
Besos de súplica, besos sucios, besos que son solo eso, besos.
Besos que inspiran canciones, besos que animan almas, besos morbosos.
Besos esperados, besos deseados, besos sorprendentes.
Besos cariñosos, besos amistosos, besos hostiles.
Besos sentimentales, besos amorosos.
Besos de película, besos de anuncio, besos de novela, besos de cuento de hadas.
Besos correspondidos, besos devueltos, besos permitidos.
Besos prohibidos, besos no aceptados, besos evitados, besos dejados de lado.

-Besos, besos y más besos.


-Y tú... ¿cuál eliges?

-Yo... Yo los tuyos.


lunes, 13 de diciembre de 2010

Dime algo profundo... Subsuelo.

Cada uno tiene lo que se merece.


¿Y yo? ¿Me merecía yo esto?

No, pero la vida es así de injusta.


No culpes a la vida. Has sido tú quien me ha hecho daño...


domingo, 12 de diciembre de 2010

La culpa de mis altas expectativas respecto a los hombres la tiene Disney.

Bien... había empezado esta entrada dispuesta a darlo todo, pero todo lo que quería decir se me ha esfumado tan pronto como me vino.

Solo quería decir, o dejar claras algunas cosas que me están taladrando el alma.

A veces, sentimos como alguien nos atrae sin conocerle en profundidad. Y casi siempre, no sabemos como calificar esa atracción... amor? cariño? simple atracción?
De él te enamoraste. Lo sentiste, porque no le veías, no podía ser atracción sin saber su aspecto... solo sabías que consiguió hacerte sonreír. Te hizo pensar que había más vida parte de lo que vivías por aquí.
Más tarde... casi ocho meses después, estás cayendo en la cuenta de que en el fondo todos son iguales. Ninguno perfecto, todos acaban haciéndote daño de algún modo...
Sentir que no vales nada, que para él no significas lo que él para ti. Que no tiene las ganas que tienes tu de saber como está, como le ha ido el día... Hay cosas que no se pueden evitar.
Y no quieres llorar más, no quieres seguir sufriendo por una persona que al fin y al cabo, crees que no era como pensabas.  No quieres seguir pensando en él, ni recordar vuestros momentos, ni siquiera escuchar la canción que un día te dedicó. Pero eso es inevitable... fuiste tan feliz.
Ahora escribiendo esto, estás llorando. Lees lo que tecleas en voz alta, y te das cuenta de lo profundo que te ha llegado esta relación, extraña pero entrañable. Te das cuenta de lo que has perdido y tienes ganas de volver atrás. Volver y hacer las cosas bien. O volver, y no haberle conocido...
Pero hay algo que él no ha cumplido: "estaré aquí siempre para lo que quieras"
Dijo siempre y ya no está. Entonces... ¿quién de los dos cometió el mayor engaño?
Quieres romper sus fotos, borrar sus conversaciones, eliminar su número... pero te lo sabes de memoria. Y para lo demás no te sientes lo suficientemente valiente.
Quieres olvidar lo que algún día te hizo feliz, porque ahora te está matando por dentro. No quieres sonreír al recordar sus palabras de cariño, su risa, sus ánimos... Porque te sientes como si todavía estuvieses viviendo ese verano que con él parecía que no iba a acabar jamás.
Y ahora, tumbada en tu cama a una hora en la que en un día que antes era normal, estarías hablando con él, quejándote de tener que ir a clase o contándole lo que te ha pasado a lo largo del fin de semana, estás sola, mirando el reloj, deseando que retroceda o que vaya más rápido para que el dolor pase. Escribiendo, tweeteando para pasar el rato, y escuchando a Justin Bieber como última solución contra el permanente pensamiento de que no hay un solo chico en la tierra que no esté destinado a hacerte daño.
Han pasado dos semanas sin él, y te han sido eternas. Tienes los ojos hinchados, duermes mal y lloras con facilidad.Estás irritable, cualquier plan te parece mal y no apruebas ni un solo examen que te habías preparado como si te fuera la vida en ello, simplemente para no pensar en que él ya no está, ni para ayudarte con matemáticas.
Llevas tres horas escribiendo esta entrada, porque cada dos minutos, una lágrima aparece en tu ojo derecho. Si, es del que siempre cae la primera lágrima. Llega a tus labios en un fugaz segundo, y se hunde en ellos como si de una esponja se tratara. Sacas la punta de la lengua y la atrapas. Esta salada. Y es la octava vez, contada, que dices en voz baja... "¿Es este el único sabor que tendré tuyo, X....?"
Tus uñas azules acaban de recordarte, el primer día que pusisteis la cam. Vio el color de tus uñas y al parecer le gustó, le hizo gracia. En aquellos días, estábais empezando de nuevo...
Y ahora simplemente recuerdas aquellos días como algo que no debería haber pasado... y solo, porque habías aprendido a vivir sin él.
Y ahora, ya no puedes.

sábado, 11 de diciembre de 2010

No tenía dinero para el tren destino: Tus brazos. Por eso estoy de vuelta... pero solo quizá.

Yo quería recorrer, tus labios y besar, tu boca. Y descorchar, mi vida junto a ti. Yo quería haberte sido fiel y navegar por tu jardín, y ver tus flores crecer. En mi.

Cada vez pienso menos en él, pero lo que pasó taladra continuamente mi memoria.
Tantas palabras, tantos momentos, tantos recuerdos que no se van tan fugazmente como vinieron.
Me lo encuentro en cada detalle, en cada frase... Está anclado a cada rincón de mi vida y en fluorescente, como si de un luminoso se tratara. Una vida que anteriormente fue virtualmente sencilla y feliz.
Intento no recordar, no sonreír ni llorar por lo que fue, por lo que no fue o por lo que pudo haber sido.
Esta es una etapa más en mi vida que quizá pueda contar en un futuro, o que forma parte del capítulo de mi primer "enamoramiento" adolescente. Solo sé, que en esta etapa, que es simultáneamente siguiente a la anteriormente descrita, la persona que la protagoniza no es mas que la persona de la que estoy familiarmente enamorada: mi primo Víctor. O como yo le llamo: Bocadillodeatun ;).
Le tengo mil gracias, abrazos, mil besos que dar porque siempre ha estado ahí. Porque cualquier cosa es poco para una de las personas que me lo da todo sin pedir nada a cambio. Para una de las personas clave en los cimientos de mi extrañamente estructurada vida. 
Sin contar con que mi historia la ha seguido tanta gente que más de la mitad sigue preguntando por ese chico misterioso... Y ya paso. El dolor que todo aquello me causó, forma parte de mi pasado. Ya no tengo ganas de llorar. Sino de saber el nombre del chico del Starbucks y de volverle a ver para hablar un poco más con él.

Sed felices. Y buscad la felicidad donde menos os imaginéis... Eso forma parte del juego. No la busquéis como meta, sino como forma de vida.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Y por qué no aceptar que seguirás con tu vida fingiendo que estoy bien.

Es extraño, porque es en los peores momentos cuando me viene la verdadera inspiración...(?)
No lo sé, y creo que tampoco me importa.
Aprendí a vivir sin ti una vez y volviste...
Ahora he olvidado esa lección y creo que suspenderé para el resto de mi vida, contigo.

...primer y extraño día de diciembre donde todo me recuerda a ti.