jueves, 21 de octubre de 2010

Exi. Zes. Ses. Love.

...Cómo empezar.

Cómo empezó todo esto. 
Y qué más da si lo digo o no. Qué más da si nosotros lo sabemos, si nosotros somos los que lo hemos vivido desde dentro. Y si solo a nosotros nos incumbe lo que hemos pasado entre nuestras dos peculiares paredes.
Seis meses. Y para todo lo que han dado.
Cada chiste malo, cada parida, cada smiley, cada canción. Todo está grabado con fuego en una memoria de hierro. Y todo lo que queda, por supuesto, está escrito donde sólo el destino sabe.
Lo que digo, se ha repetido tantas veces a lo largo de este tiempo que lo único nuevo que hay es que sin saber cómo ha pasado, cada día, el cariño (¿"especial"?) ha ido siendo más extraño, más evidente y más fuerte.
Dices que me conoces. Cosa que no dudo. Pero realmente no sabes lo que pienso. Y, aunque me esfuerce, yo tampoco consigo nunca adivinar lo que pasa por tu cabeza.
Te lo he agradecido tantas veces que llegaré a cansar por eso solo quiero decir que estoy aquí para lo que sea, aunque eso ya lo sepas.
Rebuscando entre recuerdos, he sacado algo importante: te debo dos helados y tú a mi un concierto de batería. Además de ser mi guía por allí por el norte.
Hablando del norte y de ir para allá, quiero decir que estoy deseando hacer el pariolo contigo y demostrar, demostrarme a mi misma, o demostrarte a ti que no soy la única loca de los dos.
El futuro me asusta, me apasiona, me enloquece. El futuro lo ansío, al igual que a veces deseo que se detenga el tiempo. Aunque sé que quitarle la pila a un reloj no servirá para nada más que para recordarme que a esa hora, y más que a cualquier otra, deseé hacer que la palabra distancia no existiera...
Cada vez me ahoga más esta impotencia ante el teclado. Por eso me limito a escribir lo que por miedo, o quizás por vergüenza no sé cómo decirte. Sí, todavía hay cosas que me callo por... Por no parecer tonta, no quedar mal o no aparentar más inseguridad de la que ya de por si demuestro.
Por ejemplo, puedo vivir sin tenerte en el tuenti (no sin negar que no estaría mal), pero sé que la cagué cuando no di mi verdadera razón. Porque mi verdadera razón era lo que sentía y aún no fui capaz de decirlo hasta tres meses después. Por ejemplo también, todas las veces que salía el tema y yo al final me acababa escabullendo. O por ejemplo, cuando por la razón más tonta, me ponía a llorar por no verme capaz de decir... De decir lo que estaba pasando.
Haya o no que pedir disculpas, aquí y ahora lo hago. Si hay que empezar de cero se hace, si hay que disculparse se hace, y si hay que luchar se luchará. Yo lucharé.
Aunque piense que no es posible. Yo lucharé. Aunque en algunos momentos mi seguridad ante las decisiones flaquee. Yo lucharé. Sin hacerme daño a mi misma, aunque solo sea por haberlo prometido. Yo lucharé. Por eso, por todo lo demás y por todas las cosas que compartimos. Yo lucharé.
No pretendo ser una canción de Raphael, solo convencerme a mi misma de que puedo. Lo piense en realidad o no.
Estas, quizás sean mis palabras más profundas. Quizás de las más sinceras que leas nunca de mí. Solo intento decir que lo que siento es cierto, que lo que un día nos unió fue lo único por lo que lucho ahora y por lo que he podido creer en esto.
Gracias a ti, a todo el mundo. A las situaciones que han hecho que yo esté hoy aquí.
Me he dado cuenta de tantas cosas, he cambiado tanto y crecido tanto en todo este tiempo que me veo una niña meses atrás. Pero supongo que el destino me tenía preparada aquella sorpresa y por eso ahora soy verdaderamente feliz.
A half of a year.

Me quedé con el hecho de que fuera la única que te gustaba :)

2 comentarios:

  1. Que bien escribes... me pasé por aqui hacia tiempo que no lo hacia y me as dejado otra vez mas flipado...
    Sigue asi y suerte con todo ,sé fuerte ;).

    ResponderEliminar